El hostelero el que salvo de unas hostias muy finas a los manifestantes, es aplaudido, abrazado, besado y menos mal que acaba pronto el vídeo porque con el amor que le estaba dando la gente intento no imaginar como acabó eso...
P.D. Ese hombre se merece por parte de los manifestantes beneficiados que le lleven a mujer zen a que lo abrace. Por eso no se entra a currar! No hace más que buscarla, fijaos!
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